Aquí la dejo por si alguien quiere practicar:
Aintzaldu daigun Agate Deuna
biar da ba deuna gate;
etxe onetan zorion utza
betico euko aldabe.
Deuna Agatena batzeko gatoz
Kastrexanako gastiak;
biotzez artu gagixubez ta
zabaldu zuen sakelak.
Orain baguaz aldegitera,
agur daitzuguz gogotik;
Agate Deuna bitarte dala
ez eixube izan dongerik.
EUP!!
Y por la misma razón, el miércoles es San Blas. Todos preparados y a comprar el cordoncito para estar protegidos de catarros y resfriados todo el año (que luego no digan que desde aquí no fomentamos el consumo para la reactivación de la economía).
Una pregunta, a ver si alguien contesta y esto parece más un blog o una especie de foro. ¿Cuándo hay que quemarlo, al de una semana, un mes, el miercoles de ceniza, ...?
5 comentarios:
Según la tradición, Blas de Sebaste era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero.
Se le acercaban también animales enfermos para que les curase, pero en cambio no le molestaban durante su tiempo de oración.
Cuando llegó a Sebaste la persecución de Agrícola (gobernador de Capadocia) contra los cristianos (la última persecución romana), sus cazadores fueron a buscar animales para los juegos de la arena en el bosque de Argeus y encontraron muchos de ellos esperando fuera de la cueva de san Blas. Allí encontraron a Blas en oración y le detuvieron.
Agrícola trató sin éxito de hacerle renegar de su fe. En la prisión, Blas sanó a algunos prisioneros. Entonces el gobernador le mandó matar y fue tirado a un lago. Pero Blas, de pie sobre la superficie (como el milagro atribuido también a Jesucristo), invitó a sus perseguidores a caminar sobre las aguas y así demostrar el poder de sus dioses. Pero todos se ahogaron. Cuando volvió a tierra (por orden de un ángel), fue torturado (colgado de un poste y lacerado con rastrillos de arar) y finalmente decapitado.
Su culto se extendió pronto por toda la iglesia. Es costumbre popular invocarle particularmente para remediar afecciones de la garganta.
Y también lo que se dice sobre cuándo quemar el cordón ( que por cierto en Salamanca se llama gargantilla):
En Abadiano (Vizcaya) se celebra una de las más importantes ferias agroganaderas del País Vasco. Se venden cordones de algodón de diferentes colores que, una vez bendecidos, aseguran al que lo lleva en el cuello que no enfermará de un catarro. El cordón hay que quemarlo 9 días después de san Blas.
Esta tradición está extendida por toda Vizcaya, principalmente en Bilbao, donde los cordones se llevan a bendecir a la iglesia de San Nicolás.
En toda la provincia de Salamanca se venden desde la víspera las gargantillas bendecidas, unas cintas de colores (con la imagen del santo grabada) que deben anudarse al cuello. Con ello se garantiza la ausencia de afecciones de garganta para lo que queda del invierno. La gargantilla se quita el Martes de Carnaval y se quema el Miércoles de Ceniza.
En lugares como San Nicolás (Canarias) lo realizan el miércoles de ceniza.
Algunas personas lo utilizan como ritual para protegerse de los problemas de garganta y queman el Cordón de San Blas a los 9 días desde que se lo colocan.
El día tres de febrero se celebra en Bilbao la tradicional romería de San Blas, en honor al mártir cristiano al que se atribuye el milagro de curar los males de garganta. Blas fue un médico y obispo armenio del siglo III que fue víctima de las persecuciones del emperador Diocleciano, por lo que se retiró a vivir como ermitaño en una cueva del monte Argeo. En el año 313 Constantino liberó a los cristianos y Blas pudo volver a su sede episcopal. Dos años más tarde el emperador Linicio inició de nuevo la persecución y Blas fue encarcelado. El 3 de febrero del 316 su cuerpo fue desgarrado con garfios de hierro y decapitado. La historia cuenta que San Blas curó milagrosamente a un niño al que se le había atravesado una espina de pescado en la garganta, de ahí la creencia de que este santo protege los males que afectan a esta zona. En la Plaza del Arenal se colocan los puestos donde se pueden adquirir las tradicionales rosquillas y cordones de colores San Blas. Los bilbainos y bilbainas bendicen el cordón ante la imagen del santo de la Iglesia de San Nicolás, situada en la misma plaza. Posteriormente, la tradición manda colocarlo en el cuello y no quitarlo durante nueve días, tras los cuales hay que quemarlo. Si el proceso se ha llevado a cabo correctamente, San Blas protegerá la garganta del portador durante todo el año.
Y yo que sólo quería saber los días o que hubiera un poco de vidilla y me tengo que poner a leer toda la parrafada de cultura... que no viene mal, pero bueno, ahi esta.
A los nueve días tendrá que ser.
La tradicion en mi casa es tambien quemarlo al noveno dia de llevarlo puesto.
Ahora nien si padeces de garganta este año yo no quiero saber nada.
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